Es oficial, el calor ha llegado para quedarse aproximadamente 8 meses. Los dedos de las manos se nos hinchan, los pies también, la tensión se desploma y nuestro estado pasa a ser sedentario delante del ventilador.
Nuestro cuerpo nos pide líquido, algo fresco y un poquito de consideración, porque es cierto que las lentejas están bien buenas, pero con 40 grados en la calle son una bomba.
¿Cuál es nuestro mejor aliado? : las ensaladas.
¡Qué cantidad de ensaladas distintas podemos hacer! Personalmente considero que una ensalada es una comida de 10. Incluso muchas (como la que os presento), nos puede servir de plato único si le añadimos proteína animal o vegetal. En mi caso soy muy fan de las legumbres en general y de las legumbres en ensalada, en particular.
En el momento de hacer una ensalada veraniega, absolutamente todo vale: lechugas, las que queramos, verduras crudas, las que tengamos, fruta, frutos secos, quesos, algo de fiambre de pollo o pavo, atún, legumbres, etc, etc.
La que yo os presento es el resultado de una despensa abundante. Nada de ideas preconcebidas, lo que pillemos por casa, pero siempre con mesura 😉
Ensalada de habichuelas y sardinillas (para 4)
-1 bote de habichuelas cocidas
-1 lata de sardinillas en aceite de oliva
-pimiento rojo crudo
-pimiento verde crudo
-cebolla tierna
-aceitunas negras
-aceite, vinagre de módena, pimentón dulce y sal.
Y el procedimiento ya sabéis: lavar, cortar, aliñar y zampar.
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