El éxito asegurado.

Cada vez que pienso en hacer en casa una comida especial, para amigos o familia siempre me ronda esta idea por la cabeza. El concepto de tarta salada  me parece el mejor recurso para sorprender a los comensales, así como dedicarles una bonita y original creación, y es que aquí la presentación adquiere y relevancia mayor que en otros platos.

Las tartas salada son más antiguas de lo que pensamos. Sus ingredientes suelen ser muy básicos, aquellos que se podrían encontrar en la huerta de todo vecino de España, Italia y Francia.
¿Dónde reside el éxito? Pues obviamente en la sencillez: masa sencilla de harina y aceite, productos de altísima calidad: tomate, berenjena, calabacín, cebolla… lo que queramos, y quesos cremosos, aderezadas al final con hierbas olorosas que nos regala la huerta mediterránea.
Por esto, cada vez que hago una, me imagino entre viñedos y huertos, rodeada de tierra y mar.

Casi siempre que hago una tarta así la suelo hacer de tomates, porque sencillamente me encantan. Tomates de todo tipo, cualquier tomate 100% natural ( y no los de supermercados), aportará este toque dulce y ácido ideal para estas tartas.

Así que sin más rodeos, os regalo una receta sencilla pero resultona, y sobretodo DE-LI-CIO-SA.

Tarta provenzal de tomates cherry

Para la masa:
– 250 g de harina
– 125 g de mantequilla fría

– 60 g de agua fría
– 1 pellizco de sal

Primero mezclamos la harina con la sal, y le añadimos la mantequilla, que mezclaremos hasta que quede como «migas». A continuación vertemos el agua rápidamente hasta que la miga cohesione. La aplastamos (nunca amasamos porque se calienta) y dejamos reposar 10 minutitos bien tapada.

Para el relleno:
– Un manojo de tomatitos cherry, los que queramos.

– Mezcla de quesos al gusto, en este caso lleva: 80 gr de Havarti, 50 gr de Raclette y 50 de queso Gouda.
– Mostaza antigua
– Hierbas provenzales.

Estiramos la masa y la ponemos en un molde. Le hacemos con el tenedor puntitos por toda sus superficie para que no suba y a continuación le ponemos un papel de horno por encima con alguna legumbre que haga de peso. Metemos en el horno a 180º unos 15 minutos.
Sacamos la masa del horno y con cuidado añadimos todos los ingredientes. Primero untamos toda la superficie con un poco de mostaza, posteriormente añadimos los quesos cortados muy pequeños y ya mezclados. Por último añadimos los tomates cherry partidos por la mitad y espolvoreamos las hierbas provenzales.
Introducimos la tarta en el horno donde se hará durante 25-30 minutitos más, siempre dependiendo de la potencia del horno.

Nota: tened cuidado con la masa, que se quema muy rápido y puede dar un sabor muy amargo.

Y sin más, esta es la receta, espero que os guste tanto como a mi!!

Muchos saludos a todos.

Carlota.

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